La laboriosa defensa de Valverde
El Tour lleva desde el lunes de la pasada semana con el interés centrado en quiénes acompañarán a Nibali en el podio de París. Aquel día, en la cima de Belles Filles, Nibali ratificó su liderato. Desde entonces la lucha la protagonizan los ciclistas que le siguen en la clasificación. No para desbancarle, sino para ocupar junto a él los puestos de honor. En esa lucha se encuentra Valverde. Su objetivo en la carrera era y es acabar entre los tres primeros. En ello está. Cada día parece más difícil. Los ataques no cesan. Ha descartado algunos pretendientes, pero otros comienzan a amenazarle seriamente. Son Pinot y Peraud. Dos franceses que persiguen la gloria de que su país vuelva a ocupar un podio del Tour, lo cual no sucede desde hace 17 años con Virenque.
El resultado es incierto, porque en este ciclismo de computadora nadie arriesga. Las fuerzas se han igualado hasta el extremo de que los 46,9 kilómetros de ascensión a los finales de etapa en Belles Filles, Chamrousse, Risoul y Saint-Lary, las diferencias entre los tres candidatos al podio fueron mínimas. Pinot fue el que menos tiempo cedió. En el cómputo de las cuatro subidas sacó 23 segundos a Peraud y 31 a Valverde. Mas entre los tres, cada uno de ellos fue el mejor en alguna de esas cuatro subidas. Lo que suceda, por tanto, hoy en Hautacam es muy incierto. Valverde no tiene nada perdido, pero tampoco nada ganado. La realidad es que se encuentra amenazado por una promesa (Pinot, 24 años) y un veterano (Peraud, 37). Eso no estaba en el guión.