Nibali está siendo un gran líder
Primera etapa de los Pirineos, y Nibali sigue fuerte. Su cuenta atrás para proclamarse el domingo ganador del Tour, salvo catástrofe, prosigue. Y es posible que se proclame ganador a lo grande. Con unas diferencias que ya no se recordaban; con un número de etapas ganadas también, que para encontrar un precedente habría que remontarse a los años de Armstrong. En ello influirán las ausencias de Contador y de Froome. Por supuesto. Pero esa voracidad que exhibe el Tiburón impide que este Tour se devalúe ante los percances de quienes estaban llamados a disputarle el triunfo. Valverde también estaba entre ellos, y Nibali ya le ha metido una diferencia de casi cinco minutos. Estamos asistiendo a la mejor versión de Nibali.
Lleva tres victorias de etapa: Sheffield, Belles Filles y Chamrousse. Las mismas que Froome el año pasado. Mas será extraño que no se apunte alguna más, lo cual podría considerarse hecho extraordinario. Armstrong fue el último ganador del Tour en apuntarse cuatro etapas. Pero como éste oficialmente no existió, hay que remontarse a las cinco que ganó Fignon en 1984. La diferencia de 4:37 minutos con el segundo clasificado también lleva camino de ser una ventaja nada habitual en los últimos años del Tour, pues nada apunta a que pueda ser reducida. Al contrario. Froome sacó el año pasado 4:20 a Quintana, que fue récord de la era post Armstrong. A Nibali, por tanto, nada se le puede discutir. Es un auténtico Tiburón.