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El oscuro caso de las truchas en mal estado

El francés Jean Stablinski, exminero en Arenberg, hijo de emigrantes polacos, gregario de Anquetil y vencedor de la Vuelta 1958, ganó en el velódromo de Carcasona (lugar de descanso de hoy) en el Tour 1962, el mismo año que se coronó campeón mundial. Pero su victoria quedó eclipsada por el caso del Pescado en mal estado, que supuso la retirada de 14 ciclistas, cuatro del Wiels-Groene Leeuwe.

Junkermann, séptimo de la general, había enfermado por la noche. Los técnicos del equipo belga pidieron retrasar diez minutos la salida de Luchon y el Tour accedió. Pero se descolgó pronto y abandonó junto a sus compañeros Desmet y Demulder, mientras De Middeleir llegó fuera de control. Se retiraron 14 corredores de nueve equipos con los mismos síntomas: vómitos, diarreas... Entre ellos también estaba Gastone Nencini, ganador del Tour 1960. Culparon de sus males a las truchas de la cena. No estaban frescas. Pero en el hotel del Groene Leeuwe negaron haberlas servido.

La sombra del dopaje sobrevoló por el pelotón. Así lo escribe Jacques Goddet, el patrón del Tour. Y así lo recoge en su parte el médico oficial, Pierre Dumas, que advierte sobre “los peligros de ciertas formas de preparación”. Los medios de comunicación se mofaron de la excusa del pescado. Existe una viñeta donde las raspas de las truchas son jeringuillas. Los ciclistas se indignan y amenazan con un plante. Jean Bobet, excorredor y luego periodista, intenta disuadir a Anquetil. En la salida, Geminiani informa de que los directores también protestan. Comparan sus textos, llegan a un pacto y la huega se anula.