Bartali: el icono fascista salvó a 800 judíos
El francés Fabien Galateau logró el triunfo la primera vez que el Tour visitó Reims, pero aquella edición de 1938 se recuerda más por la victoria en la general del italiano Gino Bartali (18-7-1914, Ponte a Ema), que luego repitió diez años después, en 1948, tras el parón por la Segunda Guerra Mundial, que tanto marcó a Ginettaccio.
Bartali estaba considerado un símbolo del régimen fascista, un héroe de la Italia de Benito Mussolini, que gozó con su gesta en Francia. El piadoso Gino, un católico de creencias arraigadas, supo aprovechar aquella etiqueta para convertirse en un héroe anónimo de la guerra, para llevarse un secreto a la tumba el 5 de mayo de 2000: Bartali colaboró en la salvación de cientos de judíos durante los años 1943 y 1944.
Giorgio Nissim, el líder de aquella red, legó a sus hijos Piero y Simona sus memorias. Sólo así se supo que Bartali escondía en los tubos de su bici las fotos y papeles que recogía en un convento y transportaba a imprentas clandestinas para fabricar los documentos con identidades falsas. Se calcula que la red de Nissim, en la que participaban frailes franciscanos, monjes oblatos, religiosas de clausura y el arzobispo de Génova, evitó la muerte de 800 judíos. En Auschwitz perdieron la vida 5.595 hebreos italianos.
La policía fascista paró varias veces a Bartali: “Me estoy entrenando”, les decía. Incluso fue convocado por los Camisas Negras, que le aconsejaron mantenerse alejado de ciertos conventos. Nadie se atrevía a tocar a aquel ídolo nacional.