Di Stéfano era el hermano mayor del Real Madrid
Me tocó llegar al Madrid en el verano de 1964, apenas un mes después de irse Di Stéfano del club. No pude disfrutar de él como compañero de equipo, aunque sí me enfrenté a él cuando Alfredo jugaba en el Español. Fue un partido en Sarriá. Curiosamente, él me defendía en los córners cuando yo subía al ataque. En uno de ellos, se despistó porque tuvo que atarse una bota. Aproveché y metí con la cabeza el gol de la victoria. Cada vez que nos veíamos me lo recordaba. La Saeta era un ganador increíble. Y muy ocurrente...
Sí hubo una vez en la que ambos defendimos la camiseta del Madrid. Fue en su homenaje, jugado en 1967 ante el Celtic en el Bernabéu. Estar a su lado fue muy especial. Era un tío con mucho carácter. Siempre fue diferente, genial, único. Me parecía un tío sensacional. Cuando él hablaba, los demás escuchábamos. Luego pude coincidir con él cuando yo era el médico del Madrid y Alfredo el entrenador. También cuando yo era el director deportivo y él el responsable de los Veteranos. Luchaba siempre por ayudar a los suyos. No era nada egoísta. Para mí, Di Stéfano era el hermano mayor del Real Madrid y Don Santiago Bernabéu el padre...
No entiendo por qué la FIFA no decidió anoche que se guardase un minuto de silencio por su muerte. Yo estaba con España en el Mundial de Argentina en 1978 cuando se pararon los partidos por la muerte de Bernabéu. Di Stéfano se hubiera merecido ese gesto porque fue un jugador que cambió el fútbol. El adiós de Alfredo me ha permitido volver al Santiago Bernabéu, a mi hogar. El Madrid es como una familia y lo he comprobado hoy al saludar a los empleados después de tantos años. Me he emocionado mucho. Esta siempre será mi casa. Y también la de Alfredo...