Que el F14T fuera más lento que un Caterham en Austria parecía una anécdota. O mala suerte, o un contratiempo, o una desgracia… En fin, un despropósito que no había que tener en cuenta porque en Silverstone llegaban mejoras, las últimas. ¡Mejora!, esa maldita palabra que en Ferrari es sinónimo de decepción. O de fracaso. Y ya estamos en Gran Bretaña y los ‘Mattiacci boys’ se han superado. Esta vez han sido los Marussia Ferrari los que han aventajado a Raikkonen y Alonso (luego han sancionado a Chilton y ha quedado tras Fernando). Pero seamos justos, esta vez el culpable no ha sido el terrorífico F14T, hay que señalar al equipo que no ha dado una a derechas. Y eso que Mattiacci apenas hace unas horas anunciaba una revolución. ¿O una mejora?

Ni mucho menos se ha llegado aún al desastre de 1973 (el 312B se quedó a cero en 10 GGPP con Merzario e Ickx) o 1980 (el 312 T5 no puntuó en 9 carreras con Villenueve y Scheckter). Pero todo es ponerse. Otra mejora más y esto acaba en guerra civil acaudillada por Alonso y Raikkonen. Pero si Ferrari se ha lucido, que me dicen de Sergio Pérez. Cuando Nira Juanco le preguntó sobre si le gustaría compartir equipo con una mujer, en referencia al debut de Susie Wolff con el Williams, dijo que “mejor que se vaya a la cocina”. Ahí es nada. Sabía que era un gran piloto, pero no un berzotas. Y como ha resultado que era una broma, bromeemos. En la próxima carrera que Susie conduzca el Force India y Sergio se quede en la cocina del motorhome con sus chirigotas.