Sabella es un porteño muy raro
Alejandro Sabella parece un porteño raro: en vez de presumir de sí mismo dice que los argentinos se creen más de lo que son. Aunque ahora viva en La Plata, el entrenador nació en el barrio de Palermo y marcó su infancia y su adolescencia en la Ciudad de Buenos Aires. Cuando se fue de Capital Federal, apareció en la Facultad de Derecho de La Plata. Su mamá maestra y su papá ingeniero siempre le habían pedido que estudiara. Todos estos datos pueden parecer innecesarios, pero no lo son porque para entender a Sabella hay que entender que está intelectualmente por encima de la media de entrenadores y de futbolistas en Argentina. Aunque diga que los argentinos se creen más de lo que son. Lo dijo delante de los focos de los medios de comunicación y lo argumentó de tal forma que el susto de su reflexión pasó de inmediato, aunque siempre se lo recordarán.
En sus estudios, Sabella llegó a libros que le hablaron de Manuel Belgrano, famoso por ser el creador de la bandera argentina, pero admirable por su desempeño moral. Con un dato especial: Belgrano murió en la pobreza. A pesar de toda una gloria que arrastró para la historia celeste blanca: ahora el billete de 10 pesos tiene su rostro y el 20 de junio (día de su muerte, en 1820) es festivo para conmemorar su historia. El entrenador está lejos, lejísimos, de ser autorreferencial o de preocuparse por buscar la gloria individual. ¿Qué otra cosa se puede esperar de un hombre noble, sencillo y recto como Sabella?