El Magreb se reivindica con Argelia
Menos mal que nos queda el Magreb. Hombre, no es que el fútbol norteafricano haya prosperado especialmente estos últimos años, pero que Argelia se haya clasificado para los octavos de final del Mundial es una excelente noticia. Aunque eso no remedia, en absoluto, la nula o escasa aportación que países como Mauritania, Marruecos, Túnez y la misma Argelia han hecho al fútbol africano, por lo menos en las décadas más recientes.Resulta extraño. Cuando he seguido a los magrebíes en las Copas de África, siempre me ha dado la impresión de que es un torneo al que acuden con cierta desidia. No sé. Es como si enfrentarse a las selecciones situadas más allá de la raya que marca el Sahel les causara algún tipo de menoscabo. Bueno, quizá sean cosas mías. Por ahí he leído que la gran aspiración de Feghouli y compañía es superar, o al menos asemejarse, a aquellos zorros del desierto que comandara antaño el genial Rabah Madjer. Hombre, haber dejado en la cuneta a todo un gigante como la Rusia de Capello y clasificarse para la siguiente ronda del Mundial es una auténtica hazaña, pero de ahí a superar en juego a los Belloumi, Madjer y Assad, media todo un desierto.
Porque la verdad sea dicha, quitando la entrega y el orden, muy poco es el fútbol que ofrece en el césped esa especie de legión gala (dieciséis de los seleccionados son nacidos en Francia) bajo el mando del señor Vahid Halilhodzic.