San Mamés le dio cariño sin devolución
San Mamés y el Athletic perdonaron a Ander Herrera su infidelidad de hace un año. Le dieron cariño sin devolución. Magia y profesionalidad con el balón aparte, sólo ha encontrado en él promesas huecas de continuidad hasta hace días y un sincero agradecimiento con la faena hecha (en esto último mejora a los anteriores fugados). Estaba loco por irse al United, que le dejó vendido entonces, pero con mala conciencia. La pésima campaña de Moyes y el crecimiento del mediapunta han llevado a que se cierre una operación costosa para todos. Un dineral para los de Old Trafford y una pérdida durísima para el proyecto rojiblanco. Se marcha un futbolista cuajado, menos frívolo con la pelota que con Bielsa, en pleno crecimiento después de la apuesta paciente de Valverde en la mediapunta.
Entiendo y comparto la decepción que expresa Josu Urrutia, que no logra que parte de sus estrellas sólo vean el cielo rojo y blanco. Por su capacidad de liderazgo, la intensidad con la que vive el fútbol y su manejo en los medios vio en él a uno de esos jugadores que podían tomar el relevo de los Gurpegui, Aduriz e Iraola en la caseta. Pronto se cayó del guindo. Su decisión de ir en precarias condiciones a la Olimpiada fue el primer aviso. El primer flirteo con el Manchester le remató. Herrera, en realidad, es del Zaragoza. Tampoco dudo de que, heredado de su padre, se marche queriendo al Athletic. Pero no ha creído en el proyecto. Ni siquiera han hablado de dinero, que Ibaigane tiene mucho. Se pierde jugar la Champions en Bilbao, con lo que decía estar ilusionado. Tiene que ser difícil soñar dos cosas a la vez. El Athletic le suplirá hoy con lo puesto, Beñat y De Marcos entre ellos, que no es poco. Y tiene a finos estilistas como Galarreta, Aketxe. Y mañana al mágico juvenil Unai López. Todos internacionales.