Un Caterham corre más que el Ferrari
Nico Rosberg ya ha ganado más carreras que su padre, Keke, campeón del mundo en 1982 (logró el título con una sola victoria). El triunfo en Austria, el sexto de su trayectoria en F-1, le pone al frente del Mundial con 29 puntos de ventaja sobre Hamilton, una diferencia muy seria que le permitiría conservar el liderato incluso fallando en una carrera. Lo que parecía una eventualidad de inicio de temporada frente a un piloto de la talla del británico, comienza a ser una evidencia tal que se puede decir que es el gran favorito para ganar el campeonato. Lewis estuvo enorme, con una primera vuelta que la podría firmar el mismísimo Ayrton Senna (recuperó cinco posiciones), pero no pudo con su compañero de equipo. Rosberg está muy fuerte.
Hay que destacar a Bottas y Massa. Felipe vive una segunda juventud, una pena los errores garrafales de su equipo. Sergio Pérez dio otra exhibición. En Bahrain, China, España y Austria ha quedado por delante de Button y Magnussen. ¡Qué gran error ha cometido Dennis! Sin la disparatada e inaceptable sanción de Canadá, podría haber estado por delante de Alonso. ¿Y Ferrari? El batacazo continúa y ojo, que a Fernando se le empieza a ver quemado. Cuando le preguntaron si podía acabar el campeonato tercero, se mordió la lengua y exclamó: ‘¡Me están viendo los niños!’. Qué mala pinta. Y si Alonso está así, qué me dicen de Raikkonen. Su F14 T sólo era más rápido que los dos Marussia y un Caterham (el de Kobayashi era más veloz). ¡Qué triste!