Madrid y Barça van al límite
Hace nueve meses y medio, el Madrid y el Barcelona se enfrentaron en la Supercopa. Hace nueve meses y una semana que comenzaron la Liga. Se enfrentaron en esta competición el 29 de diciembre y el 10 de mayo, partido éste último sin absolutamente nada en juego. Entre medias quedó la Copa el 9 de febrero. La Euroliga terminó hace un mes, y también se enfrentaron en ella. Han acabado las ligas de fútbol, de balonmano, de fútbol sala, de rugby, de waterpolo, de voleibol, etc., y ahí sigue la de baloncesto, aquella que comenzó un 12 de octubre del año pasado, y aún continúa. Quedan el Madrid y el Barcelona. El primero, ya con 77 partidos jugados; el segundo, con 76. Atrás se han dejado muchas energías y muchas ilusiones.
A los jugadores se les está haciendo la temporada muy larga. Salta a la vista. Y cuando se enfrentan entre sí puede suceder cualquier cosa. A unos se les ve más que cansados, desalentados; otros permanecen ausentes, como deseando acabar. La Euroliga ha inflado su calendario, y la ACB mantiene el de siempre. Entre medias quedan muchos partidos intrascendentes, pero que acaban sumando. Al final no sé quién gana. Ni siquiera el espectáculo. El jueves, en el primer partido de la final, 644.000 telespectadores, audiencia impropia de un Madrid-Barcelona con el título en juego. Pero ya sabemos cómo es esto: todo queda para el final. Mientras, el aficionado muestra su desafecto; los jugadores, y hasta Laso, sus nervios. Esto nunca se acaba.