Márquez venció por KO técnico

Si Mugello fue la carrera del año, la de Cataluña ha sido la del siglo. Es difícil recordar algo parecido. Quizá Australia en 1989 (ganó Gardner) o Hockenheim en 1991 (se impuso Schwantz). Este ejercicio de memoria se lo dejo a Dennis Noyes o Juan Pedro de la Torre, que seguro afinan mucho más, aunque estoy seguro de que este GP en Montmeló ya ha pasado a la historia como uno de los más grandes. Las últimas seis vueltas han sido una batalla que no se puede describir con palabras. Véanlo. Márquez ha estado como siempre, colosal. Va primero en el Mundial con 58 puntos de ventaja, pero lo más parecido a una calculadora en su cabeza es un cuchillo. O un martillo. Es como montar a Mike Tyson en una moto de 250 CV, pero con la clase de Muhammad Ali.

Si le meten un crochet, él responde con un directo. Siempre replica cualquier ataque. Sin concesiones y con una ligereza que da vértigo. Que se lo digan a Pedrosa. Ayer Dani hizo una de las mejores carreras de su vida. Lo intentó todo, pero Márquez hoy por hoy es invencible. Valentino Rossi también estuvo sublime. Dieciséis vueltas liderando la carrera y el más rápido en el T2 y el T4. Estos últimos datos son muy importantes. Cada carrera está mejor y los cambios de frenos en su M1 le han sentado como un elixir de la juventud. Lorenzo fue cuarto. Salió como en los viejos tiempos aunque luego se vino abajo (el neumático delantero). Quiere regresar y se nota, pero Yamaha sigue sin estar a la altura (hubo doce motos más rápidas que la suya en recta).