No veo a Xavi e Iniesta como estaban hace cuatro años
Un nuevo Mundial está a la vuelta de la esquina, aunque en esta ocasión las miradas no apuntan únicamente a lo futbolístico. Para ser sincero, a mí me da mucho miedo todo lo que está pasando en la previa en Brasil con las movilizaciones y los reclamos de los trabajadores. No por las protestas en sí, sino por la posibilidad de que Brasil quede afuera antes de tiempo. Este es el problema. Ojalá que me equivoque, pero es difícil imaginar qué puede ocurrir en un Mundial en Brasil sin Brasil.
Sin ser un experto en economía, a mí me parece que Brasil podría haber hecho un Mundial sin tantos gastos excesivos, sin tantos estadios nuevos. Me parece un despropósito esta exigencia de la FIFA. Si te sobra el dinero está bien, hacé lo que quieras. Pero a mí me parece que hay que ser realistas. Como en aquel famoso Mundial que hizo Chile en 1962. Lo hizo con lo que tenía.
En cuanto a lo futbolístico, creo que los candidatos son los mismos de siempre: Alemania, España, Italia, Argentina y Brasil. Nunca nadie ha podido romper con la hegemonía de los candidatos, aunque en esta ocasión los equipos sudamericanos se van a hacer fuertes por miles de razones. El clima, el lugar, todo eso influye mucho y los va a hacer crecer. Habrá que ver si España es capaz de soportar las exigencias que va a tener como último campeón del mundo. Los futbolistas vienen muy exigidos y se les va a complicar. Ya no veo a Xavi y a Iniesta como hace cuatro años, pero a lo mejor se recuperan. Sin duda España tiene muy buen equipo y muy buenos jugadores. Hay que ver si llegan física y mentalmente preparados para sostener al campeón.
Los brasileños son siempre competitivos y siempre candidatos. Pueden ser campeones del mundo. Lo que sí, no sé si podrán llegar a jugar bien. Creo que con su gente Neymar va a ser un futbolista determinante. No creo que todavía esté preparado para tener un ritmo que lo califique como el mejor del mundo, todavía no está, es jovencito, pero sí puede ser un paso a su consagración definitiva, porque condiciones le sobran.
Lionel Messi estará ante la oportunidad de reafirmar su condición de heredero de la corona de los cuatro más grandes futbolistas que dio la historia. Yo siempre digo que los reyes del fútbol fueron Alfredo Di Stéfano, Pelé, Johan Cruyff y Diego Maradona. Y Messi se puede consagrar como el quinto en este Mundial. Es una corona que está vacía desde hace tiempo. Después que se fue Diego parecía que iba a ser Ronaldo, después Ronaldinho y Kaká, pero se fueron quedando.
Yo creo que estando bien, Messi es hoy por lejos el mejor del mundo. Pero los Mundiales son una vidriera, lo ven todos. Y si no le va bien le costaría otra vez remontar, pese a que a muchos otros grandes jugadores también les ha costado demostrar lo que eran en Mundiales. Así que sería bueno que Messi tenga un buen Mundial. No ganarlo, porque ganar un Mundial es muy difícil y hay miles de circunstancias que pueden pasar. Pero sí que lo muestre con la personalidad de un capitán de la selección argentina. Un buen Mundial da una protección diferente, pero también dura poco, porque dentro de dos meses tiene que ir otra vez al Barcelona y debe jugar bien y ganar.
Siguiendo con los candidatos, sin duda Alemania será otro de los favoritos. Los alemanes cuentan con la misma dinámica de siempre, pero ahora saben hacer otras cosas, tienen una propuesta muy atractiva futbolísticamente. El único problema que pueden tener es el del clima, que puede atentar contra el ritmo que los equipos europeos necesitan para competir con los sudamericanos. Pero Alemania siempre está ahí.
A Inglaterra y Portugal, en cambio, no los veo como candidatos. Los ingleses cuando salen de la Isla parece que bajan un 40% su rendimiento. Y Portugal es parecido. Siempre parece y parece, pero en los Mundiales nunca pasa nada. Ambos tienen jugadores excelentes, pero me parece que Bélgica puede dar una sorpresa mayor entre los europeos.
Y si hablamos de un Mundial en Brasil, no puedo dejar de recordar a Pelé. Yo tuve la suerte de estar con él en el Santos y para mí no se puede comparar a ninguno. Yo nunca vi una cosa igual. Es un futbolista que no habrá. Era sobrenatural, no era un ser humano. Era un futbolista que, siendo más bien bajo, saltaba y le sacaba medio metro a los mejores cabeceadores del mundo. Pateaba los tiros libres con la izquierda o con la derecha. Era un privilegio de la naturaleza, una pantera con olfato de un perro de caza, porque olía todo. Parecía que estaba en la cancha sin participar y de pronto levantaba las manos, saltaba, la paraba con el pecho a dos metros, la bajaba y hacía un sombrero. Técnicamente tenía todo y físicamente era insuperable. Además tenía una gran inteligencia. Pelé era de otro planeta.