Piden fichar un campo de hierba
El Eibarpool ya está en Primera. El tren que se perdió hace años con Mendilibar pareció el último hacia la élite, pero quedaba la bala de su discípulo, Gaizka Garitano. Un tipo serio, con carácter, que llega a las oficinas del club a las ocho y media de la mañana y vuelve de noche a casa, cuando sus dos niñas ya están casi en la cama. Recordándolas se emocionó ayer, como también cuando dijo que quería ver la cara a la gente mayor que nunca ha fallado, los jubilados que asisten a cada entrenamiento y partido, los otros artífices del ascenso. Embutido junto a la autopista, Ipurua las ha visto de todos los colores. El club se pasó 25 temporadas en Tercera. Quedaba el orgullo de recordar que vistieron su camiseta Gárate, Guisasola, Diego, Xabi Alonso y Silva.
El trabajo bien hecho ha permitido semiprofesionalizar el club, aunque las carencias de personal y estructura sean notorias. Antes los que vestían de corto eran el carnicero Garmendia, el calderero Gómez de Segura y el banquero Arrieta. Sin embargo, el mejor club de la Liga Adelante se entrena todos los días en un campo de hierba artificial y mira con anhelo a uno de natural que utiliza, y poco, el rugby. Decía el míster en una entrevista en El Correo que no soñaba con el ascenso, sino con un terreno para entrenar. “Sería el mejor fichaje para el año que viene”, apunta Patxi Ferreira, el complemento del técnico, el tipo que siempre hace ver que la botella está medio llena. La afición azulgrana tiene más motivos que nunca para sentir un gran orgullo. Su equipo lo da todo y gana.