El fútbol fue injusto con Gabi

El fútbol sigue siendo injusto con el Atlético y con Gabi. El capitán hizo un partido espléndido. Mayestático. Soberbio. Y en el tiempo añadido se le privó el honor de alzar la Champions. Una oportunidad que no se le volverá a repetir y que se había merecido durante los noventa minutos. Había dominado siempre su parcela, dando tranquilidad a sus compañeros pero al final la gasolina falló y el golpe moral del empate echó abajo todas las ilusiones colchoneras. El Atlético siempre jugó su partido e impuso su ley. Y curiosamente en la jugada que mejor domina, el balón parado, se le vino abajo la oportunidad de hacer un doblete histórico. La justicia deportiva sigue sin vestirse de rojiblanca.

De todas formas, el espectáculo que se ofreció fue digno de no olvidarse en años. Especialmente por el comportamiento soberbio que tuvieron tanto la afición rojiblanca como blanca durante todo el día en Lisboa. La ciudad de Madrid puede presumir de haber dado una lección al mundo futbolero y ahora lo importante es que el Atlético de Madrid vuelva a repetir presencia en este tipo de finales continentales. Se lo ha ganado a pulso y, sobre todo, Simeone les ha enseñado el camino que tienen que recorrer para llegar hasta esas . Este Atlético se merece ganar una Champions de manera urgente.