Fernando Alonso se adentra en un campo de minas
Comprendo la decepción y el hastío de Alonso con Ferrari. Demasiado prudente se muestra por lo general en sus declaraciones cuando lo debe de estar pasando realmente mal, tomando conciencia en cada carrera que pasa que otro año se le escapa en Maranello. Y van cinco… Por idéntico motivo entiendo que en ocasiones tanta desilusión se materialice en comentarios como los de ayer en Mónaco, refiriéndose a los elogios que recibe desde sus rivales de Mercedes y que, según su criterio, no llegan desde su entorno más próximo, desde la propia Ferrari. Es evidente que sus razones tendrá para decirlo pero dudo más de si esa estrategia es la acertada dadas las circunstancias.
Creo que Alonso debe espolear a su escudería pero desde la discreción más absoluta, de puertas para dentro. Iniciar una escalada de tensión con quienes deben intentar superar esta crisis no parece una buena idea, quizá con ello esté adentrándose en un campo de minas. Sobre todo porque tengo la impresión de que ya no cuenta con la complicidad y comprensión de Domenicali, ahora su jefe es un recién llegado cuya actitud y reacciones de momento desconocemos. Si a la desorientación evidente de Mattiacci se suma la tensión de un enfrentamiento con su estrella, la situación puede tornarse insostenible. Y algo así sería perjudicial para toda la escudería, incluyendo al propio piloto asturiano. Aunque vuelvo a insistir en que mucha paciencia está teniendo…