El partido del sábado y la Marca España

Cómo se porta la imagen de España en el exterior? Normal, aunque las opiniones difieran. Un separatista catalán dirá, echándonos caca, que es un desastre, que en España todo esta quebrado y podrido y que en el extranjero lo saben. Afirmar que en Cataluña todo es íntegro y que todo funciona y que en el resto de España no, resulta un chiste. Pero así son los políticos. El Gobierno, de su lado, sin decir las machadas que decía Zapatero, optará por lo contrario: España está francamente bien, la Marca España es estupenda... Tampoco es eso, las cosas están mejorando, pero despacio. Cualquier observador imparcial extranjero entiende que andamos por buen camino.

En lo que España produce admiración foránea es en la calidad de nuestro fútbol. Saludable para nuestra marca. Nuestra Selección no tenía tiempo para pasearse por África poco después del Mundial, los clubes ya están irritados con el calendario de amistosos, pero hubiese sido muy rentable para nuestros intereses turísticos y comerciales. África esta despertando económicamente y ahora nos adoran allí.

Viajé a Valencia a la final de Copa con dos egipcios venidos expresamente para el partido. Se quejaban de la reventa (800 euros) pero piropeaban el AVE, el Corte Inglés y nuestra amabilidad. Elogiaban a España. La final de Lisboa también despertará una curiosidad que nos será útil. La verán millones de personas. La Champions, Cristiano, el Madrid y ese matagigantes con clase que es el Atleti. Muchos aficionados son potenciales turistas y consumidores. Cavilarán sobre cómo es posible que una ciudad produzca dos finalistas. Alguno recordará que es la ciudad del Bernabéu, pero también del Prado. Pensarán que es el momento de visitar España, ese país donde se come bien, hay arte, sol y hospitalidad. El fútbol, en contra de lo que decía la vieja izquierda, pasa de opio del pueblo a ser un buen embajador.