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Schadenfreude y las lesiones del enemigo de cara a la final

La palabra alemana schadenfreude signifi ca alegrarse con el sufrimiento o el mal de otro. Algo perverso que anida a menudo en la naturaleza humana. El asesinato de León es un caso extremo. No diría yo que muchos españoles se han alegrado con la atrocidad, aunque hemos visto que alguno sí se ha regodeado, ni siquiera que la hayan justifi cado pero ha habido explicaciones que mostraban, sin aprobar en absoluto el hecho criminal, una vaga comprensión. Desde la descerebrada socialista que decía que “quien siembra vientos recoge tempestades” hasta algunos comentaristas que, sin negar la maldad de la acción, remachaban que la asesinada era una autoritaria, una cacique, una impresentable… Ninguna satisfacción por el crimen pero sí cargar las tintas sobre los defectos de la muerta. Con los acosos de los políticos ocurre otro tanto. Si los sufren gente de mi partido el espectáculo es inadmisible, si acosan a los adversarios la reacción puede ser: “Vivimos en una democracia, ¡tampoco es para indignarse tanto!”.

Madridistas y atléticos abordan el tema de las lesiones de los adversarios con cierta schadenfreude. Muchos hinchas rojiblancos verían con deleite que Cristiano no esté listo el sábado. Y los madridistas, aunque finjamos con suficiencia que no nos importa, también contemplamos con alivio la posibilidad de que el cerebro Turan y Costa (éste nos ha dado más de un berrinche sonado) estén tocados. Alguien me decía: “Dios quiera que Costa esté impecable para el Mundial pero si el sábado no…”.

Esto contiene bastante de malsano y poco de fair-play pero tiene algo bueno, las dos afi ciones y los dos equipos se temen sinceramente, ¿quién se atreve a apostar fuerte por uno o por otro? Lo que augura un buen encuentro. A mí, sin Xabi , la ausencia de Cristiano me inquietaría. Dado lo errático que está el Madrid tenemos más que perder sin el Balón de Oro que los colchoneros sin Diego Costa.