Kempes nació en Bell Ville
Ganó Peter Lim. Por goleada además. Posiblemente lo más coherente de todo el proceso haya sido eso. La unanimidad del Patronato. No porque entienda que tuviera que ganar Lim. Sí porque el que lo hiciera tenía que ser el mejor para los 22. Para todos. El proceso también ha dejado otras cosas buenas por su turbulento camino, que todo sea dicho aún no ha terminado. Primero ha demostrado que haberlos los había que al Valencia sí le veían como una oportunidad de negocio y no como a un muerto de hambre como algunos lo pintaban. Segundo, la oferta de Lim, llegados a mayo, es mejor que la que el propio Salvo calificó en diciembre de ser una “barbaridad”. Ahora Lim deberá apañárselas con Bankia o Bankia con Lim, según se mire.
Sea como fuere, el Valencia, en el día de ayer, inició una nueva era. Peter Lim no es su primer dueño. Han habido otros desde que en 1992 el club se transformó en SAD. Pero oscuros días de Dalport al margen, sí es el primer extranjero. Al Valencia lo hizo mundialmente conocido Kempes, un tipo natural de Bell Ville (Argentina) que de niño a saber de qué equipo era. Al Valencia, por contra, lo estrángulo Juan Soler, ‘nascut açí al costat’. De Lim no importa su origen sino su capacidad. Sus intenciones. Su gestión. Lo que está claro es que el Valencia ve luz al final del túnel. La ve con Lim, como podría haberla visto con cualquiera de las otras ofertas si éstas les hubieran convencido a los 22 patronos más de lo que lo ha hecho la de Lim.