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Fernando Torres: poderosas razones para no mirar

Stamford Bridge, semifinal de Champions, minuto 60, empate a un gol. Diego Costa intenta colocar el balón en el punto de penalti, hundido por un topo o por una rueda de autobús. Fernando Torres se gira para no ver el lanzamiento. Se acuclilla y entrecruza las manos como si estuviera rezando, o implorando. Su gesto contrasta con la actitud de Hazard y Juanfran, que no pierden detalle. Hasta esta línea, lo evidente. A partir de aquí, las preguntas. ¿Por qué no mira Fernando Torres? La primera respuesta es la más sencilla. Ante la inminencia de un desastre, no queremos ver, como si no viendo fuéramos capaces de conjurar el peligro, como si así pudiéramos sumergirnos en su sueño que nos permitiera despertar a salvo en otra parte. Por esa misma razón nos cubrimos con una sábana cada vez que intuimos la presencia de un asesino dentro del armario. No es muy lógico, pero a veces funciona.

En el fútbol, lo frecuente es que sean los jugadores de un mismo equipo los que se giren ante el lanzamiento de un compañero. En ese caso, se trata, simplemente, de liberarle de nuestro miedo: no te miro, no te contagio. El cuestionario se complica ahora. ¿Qué temía Torres, el acierto o el fallo del Atleti? Ya sé que hablamos de un profesional intachable, íntegro y juicioso, pero con corazón. Torres ingresó en el Atlético a los once años y debutó en el primer equipo con 17. Con él ascendió a Primera. Después de siete temporadas, se marchó sin títulos. Pese a la distancia, nunca disimuló sus sentimientos, puestos de manifiesto en cada fiesta con la Selección: jamás falta en ellas su bandera rojiblanca. A nadie extraña que la afición del Atleti aún le sienta como propio.

Ajeno. En el Chelsea, además, nunca ha terminado de encajar. Tardó cuatro meses en marcar su primer gol. Ha sido ninguneado por la prensa y por Mourinho (“No tengo delanteros”). ¿Qué hubieran hecho ustedes, sensatos lectores, en su situación? Quizá lo mismo: entregarse por el club que les paga y hasta marcar un gol. Me queda una pregunta. Después de cumplir con su conciencia y su contrato, ¿qué hubieran deseado? Les recuerdo que ya han ganado una Champions con el Chelsea. No me respondan. Dénse la vuelta y dejen de rezar. Costa marcó gol.