El Valencia, a por la Euroliga

Con un equipo español en la final de la Eurocopa de baloncesto siempre se cuenta —al menos eso ha sucedido en los últimos años—, pero este año más que nunca nuestro representante no se juega sólo un título. Es el Valencia, un auténtico equipo de Euroliga, pero que a causa de las arbitrariedades de esta competición se encuentra con las puertas cerradas. La Euroliga la juegan el Madrid, el Barcelona, el Baskonia y el Unicaja por decreto-ley hagan lo que hagan, porque así lo quiso esta competición, dirigida por Jordi Bertomeu, y porque así lo admitieron en su día los propios clubes de la ACB. De esta manera, cualquier otro equipo español que quiera participar en la Euroliga, o gana la Liga o la Eurocopa. En eso está el Valencia.

La primera oportunidad la tiene en la Eurocopa, cuyo partido de ida de la final se disputa esta tarde en Valencia. Un partido que se presume intenso y trepidante de principio a fin. No sólo cuenta la victoria; también, los puntos. Un sistema de competición a la antigua que garantiza el interés hasta el último segundo. Aquí no existen minutos de la basura; tampoco se puede ver a los jugadores botando el balón y saludándose al mismo tiempo a la espera de que se consuma la última posesión. Aquí cada punto vale oro, porque en la vuelta no se sabe qué sucederá. Al final del camino está la ansiada Euroliga, que el Valencia tanto se merece. Sólo puede acceder por la vía deportiva, que es como hacerlo por la puerta grande, y a por ella va.