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Rizzoli: un árbitro duro para el Chelsea-Atleti de Champions

Creo que la UEFA, y en concreto el director de designación, archiconocido y excompañero Pier Luigi Collina (con el que estuve recientemente en Bilbao), ha acertado en nombrar a su compatriota Nicola Rizzoli para el encuentro Chelsea-Atlético correspondiente a la vuelta de las semifinales de Copa de Europa. El árbitro es toda una garantía para el partido. Sus antecedentes no pueden ser mejores, ya que fue el árbitro que le dirigió la final de la Europa League en Hamburgo en mayo de 2010. Ese trofeo lo ganó el Atlético al Fulham.

Como lo más destacado hay que reseñar ha arbitrado la última final de la Champions League entre el Bayern y el Borussia Dortmund. Por el hecho de ser los dos equipos muy rivales, en Alemania querían un árbitro duro que cortase por lo sano. Lo hizo perfecto, aunque el resultado tan abultado a favor del Bayern (5-1) le ayudó a llevar el encuentro con tranquilidad. Particularmente creo que tiene más que colocación y una excelente condición física para menearse por todo el campo. Dialoga lo justo, es estricto con las tarjetas y le gusta aplicar la ventaja para que el juego fluya.

Lo que le molesta, según lo visto en otros partidos, son los desaires de los jugadores y técnicos, ya que quiere tener siempre un buen control de los banquillos. Por eso ha tenido en varias ocasiones rifirrafes, así como problemas con Mourinho cuando estuvo en Italia. Ambos protagonizaron una agría polémica cuando el portugués entrenaba al Inter. Igual que cuando estuvo en el Madrid con los árbitros de España.

Ahora ha sido designado para ser uno de los árbitros que irán al Mundial de Brasil. Está catalogado como uno de los tres mejores del mundo, compartiendo el primer puesto de la clasificación con Howard Webb. Si sirve una reflexión: es importante que los jugadores del Atlético se dediquen sólo a jugar, eviten las tanganas y sobre todo las faltas sin posibilidad de jugar el balón. Quiero decir: desplazar un balón, poner el pie... Además, una tontería de esas les puede costar no jugar la final.