Webb hizo un partido perfecto
Parecía que Howard Webb había ido a la misma clase de arbitraje que Eriksson, que pitó el Atlético-Chelsea. Aplicaron el mismo estilo en las dos idas de semifinales. Webb salió al campo a no lucirse ni a dejar la ventaja en ningún momento. Con los antecedentes en los Madrid-Bayern, optó por pitar cualquier contacto o pequeño roce por la posesión de la pelota. No quería que se le fuese el partido en ningún momento.
Tuvo algunas acciones para comentar. La primera fue la llamada de atención a Carvajal porque llevaba varias entradas que no coincidían con su criterio. En su tercera falta le advirtió y surtió efecto. En el minuto 41 no hubo falta de Kroos sobre Pepe, que se cayó al suelo, aunque sí hubo contacto en la disputa del balón. En el minuto 52, Alaba, en la línea de banda, estiró el brazo al caerse y golpeó en la cara a Carvajal. Se vio en la repetición que no hubo ninguna intención de agredirle. En el minuto 56, el británico acertó en la única tarjeta que sacó en todo el partido. Fue a Isco por cortar el balón con la mano de forma clara. Después, en el 58’, no pitó el leve empujón a Cristiano a Dante, sino un fuera de juego previo. Correcto.
Polémica. En el último minuto, Müller se lanzó dentro del área a rematar un centro, pero Xabi Alonso llegó antes para despejarlo. En la caída se trabaron las piernas de los dos jugadores. No existió penalti. Con este arbitraje, el inglés pudo salir tranquilo. Fue un partido muy deportivo por parte de los dos equipos. Tuvo que correr mucho en el segundo tiempo y, como siempre, demostró un posicionamiento en el campo perfecto. Esto le ayudó a acertar en el poco trabajo que se le presentó. Siempre estuvo atento a la intencionalidad de los futbolistas en todas las jugadas. No pitó en algunos momentos algunos contactos por el simple hecho de producirse. Ya quisiera el Madrid que este colegiado estuviese en el partido de vuelta...