Sin suerte ni precisión
Lo tuvo en su mano, pero se le escapó certificar la Champions en tres minutos negros. No le queda otra al Athletic que ganar la primera final del nuevo San Mamés ante el Sevilla para agarrar el cuarto puesto. Dejó demasiadas vías el equipo de Valverde hacia un Iraizoz sublime, que ejerció de verdadero capitán durante todo el partido, en especial en una primera parte en la que sostuvo el marcador. Faltó una brizna de suerte en dos acciones fundamentales, la espectacular chilena de Aduriz al poste y la ocasión de Rico, en la que se topó con el cuerpo de Mascherano. Mató Messi, pero en una falta inexistente de De Marcos. Y el gol anulado a Susaeta es muy dudoso.
Cargado pronto con la tarjeta de Iturraspe, a la media le faltó orden en la presión y arrestos para frenar a Iniesta y cía. Enorgullece ver al Athletic con su filosofía jugando de tú a tú contra una constelación de estrellas y soñando despierto con estar en el mismo torneo que ellas.