Maverick madura día a día

Maverick Viñales nos visitó en AS el pasado invierno para celebrar su título de Moto3. Y debo reconocer que me llevé una grata sorpresa, porque me encontré con un chaval mucho más maduro que el que había pegado una espantá de su equipo en el GP de Malaisia del año anterior. Y es que a menudo olvidamos que estas estrellas del deporte son adolescentes que necesitan un periodo de formación, dentro y fuera de los circuitos. Son tan buenos que les consideramos infalibles, cuando nadie lo somos realmente... Mack había progresado de forma significativa en sólo unos meses y quería seguir en esa tarea.

Y por lo visto ayer en Austin, su proceso de maduración es imparable. Ha recalado en un buen lugar para hacerlo, porque Sito Pons sabe mucho de motos, carreras y pilotos. Le ha dado a Maverick una máquina competitiva (gracias a un técnico fuera de serie como Santi Mulero), además de los consejos necesarios para ir quemando nuevas etapas sin prisas pero sin pausas. Si todo esto lo aderezamos con un ingrediente tan sabroso como el talento (del que Viñales tiene para exportar), el resultado es el que ya conocemos: una victoria en su segunda carrera de una categoría tan compleja como Moto2.