Tiene que salir con todo el Real Madrid. Y tiene, a la vez, que olvidarse del mal paso que dio en Dortmund, aunque salvó la eliminatoria. El Almería aparece entre Champions y final de Copa como factor de distracción, y ahí radica el peligro para los intereses del Madrid. Sin Xabi Alonso, sin Cristiano, con Isco al mando de las operaciones ofensivas… la mentalización será fundamental en un partido donde sólo vale aquello de “ganar, ganar y volver a ganar”. Si Ancelotti tiene una tarea urgente en este encuentro, no es otra que la de mentalizar a sus hombres de que ni vale el recuerdo de Dortmund ni tienen que pensar en Mestalla. Y aquí, el técnico necesitará un jugador en el campo que asuma galones para llevar en volandas al equipo. Sergio Ramos, por ejemplo.

La visita de un Almería vicecolista, con sesenta goles en contra, podría confundir al Madrid en el planteamiento. Ya se equivocó en Dortmund, también por salir al campo sin la debida tensión, pensando en contemporizar para ganar. Un error que hoy debe evitar Ancelotti si pretenden seguir en la lucha por la Liga. Los andaluces no tienen grandes recursos para sorprender, pero en estas situaciones de franca superioridad, el peor enemigo del Madrid es el propio Madrid. Los blancos necesitan salir a arrasar, a imponer un ritmo frenético, con velocidad de ideas y de piernas. La columna vertebral para el éxito está en Ramos, Isco, Bale y Benzema. Si ellos meten la quinta marcha, el camino será más fácil. En caso contrario…