El continuo desafío de Odriozola
El máximo tribunal deportivo, el recién creado TAD dependiente del ministerio del Interior, ha ordenado a la Federación Española de Atletismo que abra expediente a los tres atletas que se fotografiaron realizando el saludo nazi en una instalación oficial, después de que el comité disciplinario de la Federación archivara el asunto. Es la enésima vez que la Federación que preside Odriozola es llamada al orden. La última, muy recientemente, cuando no reconoció la validez del pasaporte biológico para declarar inocente a Marta Domínguez, y anteriormente hay un largo historial de casos (Paquillo, Bezabeh, Mullera, etc) en los que la Federación tuvo que rectificar a instancias del CSD, y siempre en sucesos relacionados con el dopaje.
El resultado no puede ser peor para el atletismo, que se está quedando aislado ahora que la tolerancia cero empieza a ser una realidad. Odriozola no comparte los métodos actuales, y por eso se muestra en un continuo desafío, al margen de que su testarudez y permanente deseo de llevar la contraria es bien conocida. Pero ha llegado un momento en el que hay que diferenciar. La pasada semana la Asociación de organizadores de carreras de cross no quiso entregar un premio a Pentinel, y el domingo ya hubo un atleta que se negó a correr una popular junto a este atleta. Una buena manera de mostrar que Odriozola no es el atletismo, porque hay personas de su deporte que públicamente no aprueban sus procedimientos.