Roberto Martínez, el conquistador que triunfa en la Premier
Dinero en el banco. En las últimas horas de la ventana de traspasos del pasado verano, Roberto Martínez vendió a Fellaini al Manchester United por 31 millones de euros. El preparador español lo tenía previsto porque sabía de las intenciones de David Moyes, el ex del Everton que dio el salto a Old Trafford. Roberto no le puso el lacito, como se dice, pero casi: el belga no encajaba en el estilo que quería implantar en su nuevo club. El mismo día de la venta utilizó 15 millones para fichar al mediocentro McCarthy, a quien tuvo en el Wigan y hoy uno de los mejores jugadores de la liga. El presidente del Everton, sabiendo que aún quedaban horas para poder fichar y disfrutando el muy raro privilegio de tener dinero disponible, le preguntó a Roberto dónde quería invertir el resto del presupuesto. “Póngalo en el banco, presi”, le contestó. “¿En el banco?”. Era la primera vez que un entrenador le pedía NO gastar. “Ah, y les voy a llevar a la Liga de Campeones”.
Partidos importantes. Roberto tiene el encanto natural de los que se sienten afortunados y privilegiados por estar en lo más alto. Pero no hay nada de casualidad o de suerte en la victoria ante el Arsenal este fin de semana, el partido más importante del año y que le deja con opciones claras de Liga de Campeones. El segundo más importante fue uno que sí necesitó de fortuna: el 1-0 contra el Chelsea fue esencial porque supuso un golpe de autoridad a principio de temporada cuando el público y la plantilla no sabían si el equipo iba o venía. El estilo quedó definitivamente implantado con esa victoria.
Planificación. Hace un año, Martínez le dijo al Liverpool que no era el momento de dejar el Wigan. Tuvo en el pasado ofertas del Alavés y de la Real Sociedad, pero la sospecha es que hará carrera en la Premier. Y que seguirá muchos años en el Everton mientras aprende a ser mánager en la élite. Para ello ya está preparando el futuro: la impresionante ciudad deportiva, construida hace siete años, será mejorada con una residencia para el primer equipo, un nuevo campo (serán 11 en total) y otro cerrado.
Que siga Deulofeu. Si acaba jugando la Liga de Campeones, Roberto tiene al menos 25 milllones de euros para fichar y las prioridades son lógicas: desearía adquirir a Romelu Lukaku, que tan bien le ha ido cedido. Le gustaría que Jack Rodwell volviera de su pesadilla en el Manchester City. Y que Gerard Deulofeu permaneciera en el club, pero el Barcelona querrá que pase al menos la pretemporada con el club blaugrana y decidir entonces. Lo mejor para Deulofeu sería un año más alejado del Camp Nou para seguir creciendo (sigue siendo un futbolista demasiado ‘de La Masia’) y hacerlo al lado de Roberto Martínez, que vive su experiencia con el entusiasmo de un niño con zapatos nuevos. Y eso es contagioso.