Indiana Pacers se ha quebrado por implosión

Decepciones diferentes. Lo de la coincidencia de los dos equipos más laureados de la NBA sin clasificarse para los playoffs es sólo eso, coincidencia. Porque son dos franquicias y estilos que nunca pretendieron parecerse y que han llegado a esta nefasta temporada por vías diferentes y tratarán de salir con propuestas distintas. La temporada de Lakers es más culpable, más flagrante en el fracaso. Los Celtics pensaron en futuro antes de empezar y los Lakers cuando ya no ha quedado otro consuelo.

El desplome de Indiana. Indiana Pacers se ha quebrado por reacción química negativa, por implosión. Una dinámica de derrumbe reflejada en una marca de ocho victorias y diez derrotas en el mes de marzo. La llegada en febrero de Evan Turner como refuerzo descompensó no tanto el guión sino la mentalidad con la que cada jugador lo interpretaba. Hibbert denuncia que tiene algunos compañeros egoístas y receta la conveniencia de una terapia psicológica de grupo. Y donde utiliza el plural y no quiere decir nombres cabe el singular y un apellido, Stephenson. El escolta titular de los Pacers, presunto celoso de Turner, ha reducido su promedio de asistencias por partido de 5,6 a 3,1 en dos meses. Es momento para la intervención de Larry Bird, el cerebro diseñador de este equipo y personaje en los planes cercanos del programa de Canal+ Informe Robinson.

Los finalistas de 2013. Mientras tanto, otros aspirantes toman caminos diferentes pero igual de bien encaminados: San Antonio Spurs acumula dieciocho victorias seguidas, sin pausa, y Miami Heat se administra, descansa y se aprovecha del pinchazo de Indiana. LeBron James y Wade solo han coincidido en trece de los últimos veinticuatro partidos.