Márquez es fuera de serie

Marc Márquez ha recibido el Laureus a la revelación del año. Es el primer gran reconocimiento que recibe a nivel global. Quizá se hayan quedado cortos. Márquez recibió el Premio AS a la mejor promesa en 2010, y el año pasado ya ganó el premio absoluto, ambos por votación de ustedes. Ustedes sí que saben. La verdad es que a Márquez se le puede quedar pequeño este Laureus a la revelación. Sin menosprecio de sus rivales, éstos no se encontraban en su misma onda mediática o no se le acercaban en cuanto a méritos: Quintana, segundo del Tour; Scott, ganador del Masters de golf, y Rose, del Abierto de EE UU; Holzdeppe, campeón del mundo de pértiga, y la selección de criquet de Afganistán, clasificada para la Copa del Mundo de 2015.

Márquez no sólo ha ganado el Mundial de motociclismo, sino que lo ha hecho con una autoridad incluso superior a la de Vettel en la Fórmula 1. Márquez hizo podio en las 16 carreras que terminó —en una fue descalificado y en la otra se cayó cuando iba segundo a falta de tres vueltas—, algo que no aparece en el expediente de quien fue nombrado mejor deportista del año. Mas Márquez tiene tiempo para acabar sucediendo a Vettel. Márquez ha iniciado el camino que llevó a Nadal a ganar el Laureus al mejor deportista de 2010, después de que en 2006 recibiera el de la revelación. Nadal, por cierto, tenía rivales durísimos: Isinbayeva, Woods, Ronaldinho, Parker y el Oracle. Pero él está a otro nivel. Como empieza a estarlo Márquez. ¡Dos fenómenos!