La Euroliga no es la NBA

La Euroliga recoge el guante lanzado por la FIBA, y acepta el reto: si las selecciones juegan en la temporada de clubes, la Euroliga no va a parar. Palabra de Bertomeu, su director. Está en su derecho, pero se equivoca haciendo comparaciones con la NBA. La NBA es un negocio. Por eso no hay ascensos ni descensos; tampoco, premios. Los derechos se explotan conjuntamente y dan para firmar contratos de más de 15 millones de euros a los mejores jugadores. La NBA es otro mundo, más empresarial que deportivo. La Euroliga, en cambio, no. Mientras la Euroliga no sea un negocio, y no lo puede ser con clubes que viven de las subvenciones públicas, estará sujeta a los cánones deportivos que permiten la convivencia entre clubes y selecciones.

Es como pretender compararse con el fútbol. Un equipo, sólo por jugar la Champions cobra 8,6 millones. Además, un millón por victoria y medio por empate. El año pasado el Bayern se llevó 55 millones. ¿De qué estamos hablando en la Euroliga? Por lo pronto, de falta de transparencia. Bertomeu dice que se pueden ganar hasta 2,5 millones en la Euroliga, pero los premios no son públicos. Eurohoops.net los desvela: 7.000 euros por victoria —no dan para cubrir un solo desplazamiento—, 50.000 por alcanzar la Final Four, 75.000 por ser tercero, 150.000 por ser finalista y 250.000 por ser campeón. Es decir, lo más que puede ganar un equipo son 439.000 euros. ¿El resto? Los derechos televisivos que Bertomeu reparte. También son secreto de Estado.