Bilbao, la enésima víctima

En la Liga ACB que terminó en 2012 aún podíamos ver al Alicante en la clasificación, y al Menorca en la de 2011, y al Granada en la de 2009, y al León en la de 2008, y al Girona y al Breogán de Lugo en la de 2006 y al Lleida en la de 2005, y al Cáceres en la de 2003, y al Gijón y al Cantabria en la de 2002, y al Ourense en la de 2001... Muchos de estos equipos desaparecieron. Sirva esta relación, que aún podría doblarse si la continuara, para ratificar la actual inviabilidad de la ACB, no sólo del Bilbao, cuya plantilla se pondrá en huelga después del partido de mañana. Lleva meses sin cobrar... y lo que llevará tras haberse retirado el patrocinador que iba a entrar. Vio las cuentas y salió corriendo. El futuro del equipo es inviable, ha determinado.

No es nada nuevo. El informe del CSD sobre la situación de la ACB realizado el año pasado ya advertía del “claro indicativo del riesgo de suspensión de pagos” de la competición. Menos el Madrid y el Barcelona, cuyos agujeros que provoca el baloncesto son cubiertos por el dinero del fútbol, la situación del resto es aterradora. No hay que extrañarse, por tanto, de que la mala gestión de la ACB en general y de los clubes en particular esté a punto de cobrarse una nueva víctima. Esta vez de un joven equipo, nacido entre los brazos de Arrinda, un representante de jugadores al que le venía de maravilla tener un equipo para irlos moviendo. Y, por lo que se ve, sin pagarles. Y eso que Miribilla se llena siempre. Buena ocasión para saber cuántos pagan.