Jesé volverá todavía más fuerte de lo que estaba
No hace falta decir que para un futbolista nunca es buen momento para lesionarse de gravedad. Pero quizá duele un poco más cuando acabas de aterrizar en la élite. Por lo complicado que es llegar, por lo complicado que es hacerse un hueco en el mejor equipo del mundo, por lo duro que es el camino hasta llegar a demostrar tu potencial... Todo esto seguro que se le pasó por la cabeza a Jesé la noche del martes después de conocer el alcance de su lesión. Porque fue lo que pensé yo el día que me sucedió con la Sub-21 ante Eslovaquia.
A partir de ahora comienza la recuperación, un proceso duro a nivel físico y sobre todo a nivel mental. Esperan días buenos y días malos. Días en los que avanzas y días en los que te vienes un poco abajo. También días de soledad. Que su gente le arrope y le dé fuerza en los malos momentos, que los va a haber. Mi caso es uno entre mil en el que la cosa no sale bien, pero no tengo ninguna duda de que Jesé volverá más fuerte y mejor de lo que se ha ido. Está en las mejores manos posibles. La vida te pone pruebas que cuando las superas, creces.