Se comió un penalti claro sobre Morata

El colegiado ruso Karasev no tiene nivel suficiente para la Champions. La verdad es que en un partido tan sencillo (aunque hubo algunos contactos fuertes) hacía tiempo que no veía un árbitro tan descentrado como éste. Empezó el encuentro dando la espalda al balón en muchas fases del juego. Y eso no gusta nada en FIFA y UEFA. Hasta en dos ocasiones, con el balón rodando, se quedó hablando con un jugador del Schalke cuando sabe que lo que tiene que mirar es la trayectoria del balón. Estuvo tardío en reflejos y al señalar los fueras de juego. E hizo alguna interpretación de las faltas muy de su libreto, que no se ajusta para nada al de FIFA. También dejó sin aplicar alguna vez la ley de la ventaja. Y eso que los jugadores de los dos equipos le ayudaron con su actitud...

Lo más destacado para analizar comenzó en el minuto 2. Jesé cubrió el balón con el cuerpo ante la entrada de Kolasinac y éste le hizo una carga desmedida por detrás que es falta (pero para mí no es de tarjeta). Esta jugada provocó la lesión del canterano. En el minuto 11 se reclamó mano dentro del área Neustädter. Tras controlar el balón le dio en el hombro, no en la mano.

Ya en la segunda parte, en el 53’, existió un claro penalti de Höwedes a Morata. Le dio una patada por detrás al pie de apoyo del jugador del Madrid. El ruso no lo señaló.

Luego, en el 64’, Cristiano reclamó penalti por un agarrón de Höwedes. Para mí, sin suficiente intensidad como para pitarlo. Un minuto después, dejó sin mostrar amarilla a Szalai por una entrada por detrás clarísima y peligrosa a Ramos. Como conclusión, el colegiado no dio el nivel...