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Cambio de cartel en Old Trafford: comedia inglesa, tragedia griega

Mal diagnóstico. La última derrota en la Premier ante el Liverpool hace que el favoritismo por el peso histórico del United en Europa sea anecdótico. Y Old Trafford no es argumento suficiente para la remontada. No gana allí desde el 28 de enero al Cardiff en el partido debut de Juan Mata. Errores defensivos, la debilidad sacando el balón jugado desde atrás, la carencia de un centrocampista... un equipo desequilibrado en el que el talento de Rooney o Van Persie queda aislados en la delantera. Mal diagnóstico para recibir a un Olympiacos que cotiza al alza. Quedarse sin Champions cayendo en octavos y por la clasificación en la Premier es más que posible. Moyes no teme por su continuidad hasta final de temporada. La duda la pondrá en la próxima.

Paso al frente. Olympiacos llega a Inglaterra estrenando título de liga, donde nunca ha ganado en Copa de Europa tras once visitas. Cuando le preguntas a Míchel responde que tiene claro que no mantendrá la ventaja de dos goles jugando, precisamente, a defender el resultado. Jugará a lo que sabe, con la presión adelantada. Un grupo de jugadores de origen y características heterogéneas que se ha hecho más equipo en sus manos, que quiere volver a disputar los cuartos 15 años después.

De portero a portero. De arco a arco en Old Trafford: De Gea y Roberto. Los dos porteros españoles coincidieron en el Atlético la temporada 2009-10. En Oporto, el entonces guardameta de la cantera de 18 años debutó a los 26 minutos por la lesión de Roberto. Y se convirtió en la mejor herencia de la eliminación europea ante los portugueses. Unidos por la Champions se reencuentran. Roberto como estrella del equipo e intervenciones memorables en la fase de grupos, De Gea mantiene un gran nivel en medio de un equipo sin rumbo.

Volver a empezar. El Zenit se ha convertido en las últimas temporadas en la Champions en ese club en el que en la previa se habla del peligro de sus grandes nombres y tras los partidos de que sus estrellas no son suficiente y que no hay equipo. Los millones no fueron suficiente, Spalletti tampoco. El reto pasa ahora a manos de Andre Villas-Boas, que recogerá mañana los restos de un equipo eliminado en Europa con el reto de recuperar el liderato en la liga y hacer, al fin, un equipo a la altura de su inversión. Lo logró en el Oporto, pero nunca en el Tottenham.