Plaza Mayor
A sus puestos
El próximo domingo no queden por la tarde. Huyan de los atascos de regreso a casa. Cenen antes, duerman pronto a los bebés, despidan a las visitas. Eviten los objetos punzantes y a los vecinos bromistas. Aléjense de Twitter y desconecten el Whatsapp. El próximo domingo hay Clásico y no juega Zuckerberg. Lo disputan Madrid, Barça y el Atlético de refilón. El universo conocido, pues.
Un santo en casa
El Real Madrid se ha puesto en contacto con el Vaticano para canonizar a Ancelotti si el equipo consigue el triplete. San Carlo Pacificator será patrón de los mediadores, de los jefes besucones y de los zurdos en general (por la mano izquierda). La lección es clara: para aspirar a todo no hacen falta sargentos, ni guerras, ni teorías de la conspiración. Suerte que el azufre se limpia rápido.
La gran pareja
Queda claro. El Atlético tiene la pareja más temible de las competiciones continentales. Por una parte, Diego Costa, central metido a delantero, marine reconvertido en futbolista y Atila en décima reencarnación. Por otro lado, el yeti de Mar del Plata, el King África de los banquillos, el grizzlie que no es de Memphis... Germán el Mono Burgos. Si son valientes, atrévanse a dudar del Atleti.
Goles para soñar
Amigos, el Barça ha emergido del averno para surcar los cielos como fénix renacido. Eso se puede concluir (y se concluirá) después de su goleada a Osasuna. En una semana, la depresión culé ha dado paso a la felicidad casi absoluta (sólo faltó el gol de Song). Aleluya. Messi vuelve a dar miedo y Neymar por fin encaja; concretamente, en el banquillo.
Uniforme de rayas
Ya lo saben. Uli Hoeness, presidente del Bayern hasta la pasada semana, no recurrirá la sentencia que le condena a tres años y medio de prisión por evadir 28,4 millones de euros. Nadie ha pedido su indulto en Alemania, pero no se descarta que lo soliciten sus rumbosos colegas españoles. Sobran los motivos: está reinsertado y parece amigo de sus amigos. Además, también es calvo.
Míchel y Apolo
Aplausos. El entrenador de Olympiacos, Miguel González del Campo (Mikelinos Gonzapoulos del Pireo), ganó el sábado su segunda Liga griega. Míchel conquistará la tercera si elimina al Manchester United de la Champions y se mete en cuartos. Estaba claro. Basta con ver cómo le sientan los trajes. Un Apolo como él tenía que triunfar en Grecia.
Visto y no visto
Lamentable. Lamar Odom se volvió a Estados Unidos y el alcalde de Vitoria no acudió a despedirle. Después de tres inolvidables semanas, hubiera sido de justicia agradecerle los dos puntos conseguidos en primorosa bandeja. Pero no teman. El siguiente fichaje del Baskonia también será de campanillas. Se trata de Celedón, alero con paraguas y magnífica suspensión. Universidad de Pipiribipipí.
Mundial con sordina
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Cierto. El Mundial de F-1 ha arrancado con un sinfín de novedades. La más llamativa es que los motores de los coches suenan como un secador de viaje. Ahora sólo falta que los pilotos corran con rulos en lugar de casco. La ecológica transformación del bólido futurista en Vespino trucado con alerones resulta imparable. Tanto como el Mercedes de Rosberg. Puxa Alonso. Y paciencia.
La frase
Vettel: “Ha sido decepcionante, no tenía potencia”
Bienvenido al club.



