Amrabat sí fue un acierto
Se encontró el Málaga en Pamplona. Muchas semanas después, el equipo volvió a enseñar los dientes. Fue intenso, agresivo, tuvo suerte en momentos claves y mostró personalidad. Y esa calidad que sí hay en la plantilla, a pesar de los continuos desaires de su técnico. La tiene Roque Santa Cruz, que ayer dio un recital. Los años le han restado potencia y velocidad, pero las hechuras de delantero grande siguen ahí. La tiene Samuel, que con un toque cargado de clase abrió el camino de la victoria y revitalizó el buen arranque blanquiazul.
La tiene Willy, que sigue vistiéndose de héroe y fabricando unos cuantos milagros cada partido. Y la tiene Amrabat, que ayer exhibió su amplio manual de recursos. Sutil asistencia a Samu en el 0-1 y gran definición en el 0-2 que confirmaron el acierto de su incorporación. El Málaga sabe que no será fácil pero apretará para retenerle consciente de que ha sido el único gran acierto de una planificación que ha rozado el disparate. El equipo respondió en un momento crítico. El reto ahora es convertir el buen trabajo en costumbre.