Tercer regalo de Ruth Beitia

Ruth Beitia cumplirá 35 años el próximo día 1 de abril. Lleva toda una vida compitiendo. Hace dos años decidió retirarse. Había sido cuarta en los Juegos de Londres, y creyó haber tocado techo después de esa decepción que le supuso ver cómo se le escapaba la medalla en el último suspiro. Ponía fin a una carrera más que notable, después de haber subido a diversos podios, tanto europeos como mundiales. Meses después comenzó a echar de menos los entrenamientos, la vida activa, y decidió continuar. Eso sí, sin la menor presión. Sólo competiría si recuperaba un buen nivel. Desde entonces ha ganado tres medallas, tres regalos para el atletismo español. El último, el de ayer, para evitar la peor actuación española de todos los tiempos.

Cuando ganó sus dos últimas medallas —Europeos indoor y Mundiales al aire libre—, además de tener algún compañero que le acompañara en el podio, la Selección tuvo varios finalistas. Esta vez, ninguno. Odriozola, quien siempre dijo que el valor real de un equipo lo daban los finalistas más que las medallas, estará viendo que el atletismo español ha tocado fondo. Con una medallista que hace dos años quiso retirarse, y con el resto de seleccionados eliminados todos a la primera. Según se van retirando nuestros veteranos atletas, detrás va quedando el vacío. El único que permanece es Odriozola, ya 25 años en la presidencia y con nuestro atletismo en caída libre. Pero el atletismo tiene lo que quiere. Siempre le vota a él.