Algo ya ha cambiado en la Fórmula 1
En una semana se habrá disputado ya el primer gran premio del Mundial 2014 de Fórmula 1. Sólo un capítulo de esta larga novela cargada de intrigas e incertidumbre en que se ha convertido un campeonato repleto de cambios técnicos y en la que nadie se atreve a realizar un pronóstico certero. Difícil saber cuál será el desenlace allá por el mes de noviembre, quizá en la última carrera de Abu Dhabi, ésa que valdrá el doble de puntos para asegurar el espectáculo. Pero lo que es evidente es que algo ya ha cambiado en esta F-1 de los motores turbo y prácticamente híbridos: Sebastian Vettel no parte como favorito claro, ni en el mundo virtual de los apostantes ni en el real de los circuitos.
En estos momentos, sin más datos que los de una pretemporada incierta, es Lewis Hamilton quien disfruta de la condición de principal candidato al título. Insisto en que apostar por ello no deja de ser tremendamente arriesgado, pero creo que al menos podemos felicitarnos por el cambio de tendencia en la hegemonía del alemán, con sus cuatro coronas consecutivas. Y, obviamente, no lo digo porque tenga nada en contra de la estrella de Red Bull, simplemente me felicito en beneficio del interés y la emoción en los grandes premios. Los monólogos me aburren, sea cuál sea su procedencia, y creo que una parte valiosa de la belleza en el deporte reside en la rivalidad entre sus protagonistas, nunca en el dominio aplastante de uno de ellos… ni siquiera cuando es el nuestro. Por eso precisamente tengo ya muchas ganas de que llegue el GP de Australia…