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La implosión bética, en manos de Alaya

Después de 37 años de profesión, rumbo a 38 (desde 1976...), quien firma arriba ha aprendido que en este negocio hay que intentar -al menos, intentar- no hacerse repetitivo. En estas condiciones, Alejandro Delmás Infante (ya estamos...) no va a plantear nuevas radiografías de una situación delirante que lleva analizando, anunciando y anticipando desde hace más de un lustro, a través de variedad de medios audiovisuales y escritos. Un lustro, desde 2008-09: más o menos, el tiempo que lleva de Instrucción en su causa contra Manuel Ruiz de Lopera aquella que hoy es la magistrada de Instrucción más famosa de este país aún llamado España: Mercedes Carmen Alaya Rodríguez. La señora en cuestión se ha currado a tope su actual 'status' de 'celebrity' (véanse las numerosas páginas en color del vigente de la revista 'Semana'). La situación del Betis es una implosión químicamente pura sobre la que uno no puede decir mucho más: cada cual puede inspeccionar a su gusto la evolución de la teoría del caos. Pero sí cabe hacerse una serie de preguntas y/o reflexiones sobre la extraña actuación (en relación al Betis) de la señora Alaya Rodríguez.

1) Las medidas cautelares dictadas por Alaya para mantener alejado del control efectivo de sus acciones a Manuel Ruiz de Lopera, propietario del paquete mayoritario del Betis (51,4% en total, con un 19% discutido en el Juzgado de lo Mercantil)... cumplirán cuatro años en julio próximo. Cualquiera que no pise terrenos de fanatismo puede darse cuenta de que, cara a la opinión pública, estas medidas contra Lopera están volviéndose... a favor de Lopera: cualquiera que no pise terrenos de fanatismo, insisto, puede valorar la magnitud del agravio comparativo (la prisión preventiva no puede rebasar los dos años, etc) en cuyo concepto se va adentrando más y más el sorprendente estancamiento de las medidas cautelares... que Alaya no piensa levantar en modo alguno: con lo que, 'de facto', mantiene lejos de su propiedad al que, pese a quien pese, posee ese 51,4% del paquete accionarial y que en ningún caso perdería ese 19% que se le demanda antes de algunos otros añitos de procedimiento. Esto merecería otra explicación bastante detallada: pero baste decir que el Juzgado de lo Mercantil ya rechazó una primera petición de embargo sobre ese 19% del total y 32%del paquete de Lopera. Para volver a pedir ese embargo hace falta una caución de 221.500€. También cabe apuntar aquí a ese cierto derecho preferencial de recompra que legalmente se le concede a Lopera (confirmado por el mismo Bosch Valero en su día) y que, lógicamente, los medios del tambaleante régimen actual, más provisional que nunca, ocultan a la desesperada. Dicho todo esto, igual da: los medios, profetas y portavoces del régimen dan como seguro que, pese a todos estos condicionantes (y algunos más), Lopera perderá inexorablemente esas acciones... que luego serían, más o menos, redistribuidas entre los béticos (¿o entre la Fundación?) Luego, a posteriori, inevitablemente, inexorablemente, y como un muerto de hambre, Lopera venderá sin dudar el 33% restante. Ya.

2) ¿Qué tiene que decir o qué sabe el Sr. Delmás Infante (ya estamos...) sobre la actuación de la señora Alaya Rodríguez? Sorpresa: el señor Delmás Infante (...) estima que, pese a quien pese... lo que hace la Sra. Alaya Rodríguez es legal: obviamente. Puede sorprender, y sorprende: pero es ajustado a ley. De no ser así o existir alguna laguna legal, ¿alguien duda de que ya habrían tomado cartas en el asunto las otras instancias judiciales superiores, léase Audiencia o TSJA? Los abogados de Lopera habrían formado el dos de mayo judicial, ¿no? Tampoco lo han hecho. Se recurren dictámenes e informes de peritos a las que cualquiera tiene derecho. ¿Un acta de Hacienda es una sentencia? ¿La recurre usted, usted...? Bueno: cierto es que la Fiscalía ya pidió, tiempo ha, el alzamiento de las medidas cautelares, y es que ya se sabe: siempre hay descontentos. Alaya no va a levantar las medidas cautelares, 'period'. Pero basta de decir que es por recursos (a los que tienen derecho) de los abogados de Lopera. No es así, y eso lo garantiza el Sr. Delmás Infante, que sí se hace esta pregunta: ¿Podría ser que Alaya y sus medidas cautelares fuesen la única barrera entre la actual situación (maravillosa para el Betis, como se ve) y una eventual e inmediata reposición de Lopera en cuanto que la Instrucción termine? Que terminará algún día, ¿no...? Esto son reflexiones ante una evidencia: al Juez de Instrucción se le protege por encima de todas las cosas. No decide en definitiva sobre un proceso (eso tocará a la Audiencia, ya se verá qué dice la Fiscalía). Pero se le protege por encima de tantas cosas...

3) Pero dicho todo esto y desbrozado algo del camino... todo da igual. Para portavoces, afines, parientes, amigos y afectos del régimen actual, los hechos consumados son: A) Lopera ya está juzgado y es culpable de la invasión de la Península Ibérica por Tarik y sus huestes, de la Guerra de la Independencia, de Trafalgar, de la muerte de Joselito El Gallo, y no sé si también de la proclamación de la II República y del Alzamiento Nacional. B) En cuanto que ya juzgado y ya culpable de todo crimen imaginable (pese a haber llevado al Betis a dos finales de Copa, una ganada, una participación en Champions, unas cuantas veces por Europa... y tantos descensos como Núñez Naranjo o Villamarín)... Lopera debe ser inhabilitado, desposeido: proscrito, en suma. En consecuencia, debe vender inevitablemente e inexorablemente ( ¿no quedamos en que había sido desposeido e inhabilitado, etc?) todo lo que tenga en acciones, sea el 51%, el 32% o la Biblia de Jabugo. Cuando el País de las Maravillas y el Santo Advenimiento se unan en una conjugación estelar (¿cuándo...?), el club quedará en manos de los béticos (¿quiénes son los béticos, quién es bético, quién puede serlo...?), béticos libres, notables y 'plataformeros' varios, que en la actualidad, pobres como son, no manejan más allá del 7% de acciones. Y dicho, redicho y escrito esto, este Sr. Delmás Infante, DNI28651615D (es electrónico, pueden revisarse sus ingresos en la Agencia Tributaria) se hace esta otra reflexión final: ¿Por qué la gente se extraña de que el Betis esté en la situación que está...?