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Jesé ya está blindado para los próximos cinco años

Trescientos millones. Eso es lo que tendría que pagar cualquier club si quiere llevarse a Jesé en los próximos cinco años. Los representantes del canterano de moda pusieron esa cláusula de rescisión en su última renovación, justo cuando dejó de cobrar como uno más del Castilla y empezó a tener los ingresos del grupo de jugadores que están en el último peldaño dentro de la primera plantilla. Pese a que le quedan ésta y cuatro temporadas más de compromiso, seguro que en junio el club le revisa y mejora las condiciones. Al margen de las cantidades, el futbolista ha dejado claro que no quiere moverse. En su caso no es de cara a la galería lo de decir que soñaba desde pequeño con jugar en el Madrid.

Ojito derecho. Dos son sus grandes valedores en el club: Florentino Pérez y Zidane. Uno y otro le hicieron ver a Carlo Ancelotti cuando llegó en verano que Jesé era el jugador con más proyección de la cantera en los últimos años. Eso frenó cualquier posible cesión. El italiano, en la pretemporada por tierras norteamericanas, apreció rápido el potencial del delantero y fue el primero en ratificar lo que el club le había sugerido: se frenaba cualquier tipo de operación para que el jugador pudiera disputar más minutos en otro equipo. Tuvo claro que durante la temporada gozaría de muchas oportunidades y que estaba por delante de Morata en las rotaciones. Se ha cumplido.

Primas. Se acerca la final de Copa y, a diferencia de otros años, los capitanes no han cerrado con el club el capítulo de primas. Normalmente se hacía antes de Navidad. La idea de ambas partes es que sea un acuerdo similar al de temporadas anteriores pero no hay nada hablado. Se sentarán a almorzar antes de Semana Santa. El título de Copa siempre es el menos valorado, apenas treinta mil euros por cabeza, aunque esa cifra aumenta considerablemente si va unido al título de Liga o al de Champions. En ese caso, ganar la Copa si sería un chollo para los jugadores.

Árbitros. Tras lo ocurrido en las últimas semanas, el Madrid quiere actuar de forma discreta y fuera de los focos para hacer ver a la Federación que el actual sistema de designaciones de los colegiados no funciona correctamente. Han querido que pasen unas semanas desde lo de Ayza Gámez y San Mamés para que no se entienda como una rabieta. Incluso existe la idea de que sea el propio Florentino Pérez el que aborde en privado dicho asunto con su homónimo federativo, Ángel María Villar.