El viento sopla esta vez a favor de Ferrari
Insisto, por enésima vez y a riesgo de aburrir, en que los resultados de los primeros test de pretemporada de Fórmula 1 tienen tan sólo un valor referencial. No se pueden sacar conclusiones de lo que vimos en Jerez, porque todo puede cambiar antes del inicio de la temporada y desde luego durante su desarrollo. Dicho esto, igualmente parece indiscutible que en Ferrari han comenzado el año de forma mucho más ilusionante, con la sensación de que el trabajo con el F14 T ha sido acertado en esta ocasión. Y no se trata de simples percepciones, en Maranello han podido constatar ya que el rendimiento del monoplaza en pista se corresponde con el teórico en el túnel del viento, cuando en años anteriores ocurría todo lo contrario.
Y es que el diseño de estos coches se basa en ese plano teórico, puesto que los entrenamientos están prohibidos fuera de los estipulados. Al margen de poderosas herramientas informáticas de dinámica de fluidos, lo más parecido a la realidad de lo que disponen los ingenieros son los ensayos en los túneles del viento, que sirven para conocer el comportamiento de las soluciones que se aplican con relativa certeza. Por eso que el túnel falle supone un auténtico drama, cuando el monoplaza llega a la pista todo lo que funcionaba puede transformarse en un desastre. Y ése ha sido uno de los males endémicos de Ferrari en los últimos tiempos, que ahora parecen (seamos prudentes también en este sentido) haber resuelto. Así lo explicado Domenicali, sin duda otro argumento para el optimismo.