Circulación exquisita con los jugones

En la mente del Cholo Simeone seguro que estaba la idea de complicar el inicio de partido al Real Madrid a base de intensidad y presión, intentando robar rápido para poder hacer un gol que pudiera poner nerviosos a los de Ancelotti. El guión fue bien distinto. El técnico italiano alineó de inicio a Xabi, Illarra, Modric e Isco juntos en el once. Cuatro jugones. Esto provocó una circulación exquisita de pelota en el Real Madrid. El Atleti, quizá un equipo más diseñado para esperar que para crear e ir al ataque, corría y corría detrás del esférico sin premio alguno.

La ventaja obtenida en la ida daba a los blancos la tranquilidad y la paciencia necesaria para no tener que mirar a la portería contraria constantemente y hacer sufrir a un rival que perseguía sombras. Más aún después de ponerse en desventaja en el marcador. Los rojiblancos se desesperaron durante la primera mitad. No hay nada más frustrante en el fútbol que esforzarte a tope, presionar bien de manera colectiva y aún así no encontrar la pelota ni tener opciones de robo. El control fue absoluto. También me gustó del diseño del equipo, que no se perdió intensidad defensiva. Isco trabajó incansablemente con y sin balón. Modric es más feliz si cabe con dos escuderos como Xabi Alonso e Illarramendi. Tiene menos responsabilidad defensiva que cuando juega con Di María y se puede descolgar en ataque. Lo que queda claro es que este año hay un centro del campo brillante. Juegue quien juegue.