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Homenaje a Mourinho de la Prensa inglesa, de Lampard y Van Gaal

Homenaje. En un reciente homenaje a José Mourinho de la Prensa británica se contaron historias que humanizaron al portugués, que le hicieron real de nuevo, le alejaron, al menos durante una noche emotiva, de lo que el periodista del Telegraph Paul Hayward describió hace poco con pericia: “El papel jugado en el Madrid en relación al Barcelona; el de maquinador de controversias y matemático, derrotado por la creatividad del rival”.

Habló Lampard. Frank Lampard contó que, tras un partido al poco de llegar al Chelsea, los dos se encontraron desnudos en la ducha y Mourinho le arengó ante la sorpresa del centrocampista: “Eres el mejor del mundo, lo eres, ahora quiero que me lo demuestres”. Frank sintió que esa confianza le daba el empuje necesario. Cuando murió su madre, José le llamó todos los días desde Milán para ver cómo estaba.

Van Gaal, el único. Louis Van Gaal fue uno de los pocos entrenadores dispuestos a homenajear a Mourinho. Muchos otros rechazaron la propuesta de la Asociación de Periodistas Deportivos británicos. Pero en realidad, nadie podía explicar mejor ese Mourinho que ahora parece tan lejano. Mucho de lo que José hace en sus entrenamientos lo aprendió del holandés.

Le nombró su ayudante. Van Gaal explicó que en una comida con el presidente Josep Lluis Núñez y José Mourinho en el Via Veneto, el portugués le gritó a los dos por desprenderse de Bobby Robson con tal furia y argumentos tan potentes que Louis se quedó impresionado. “Quiero que trabajes conmigo”, le dijo prácticamente en la noche que le conoció. El holandés le convirtió en su ayudante y le dejó que dirigiera en solitario varios partidos de la Copa de Catalunya.

Calentar al City. Mourinho intentó calentar el partido de ayer ante el City durante una semana. Al ver que picaba piedra con Manuel Pellegrini dirigió sus dardos hacia el palco y dudó de que el club pueda cumplir adecuadamente con las nuevas exigencias del fair play financiero de la UEFA. Nadie le contestó pero volvió a dirigir la agenda de la semana. Si el Chelsea (club rico, recordemos) no gana la liga, sus acólitos dirán que es por cosa de dinero.

Bienvenido. Dice José que el homenaje se debió no tanto a los títulos, sino a su defensa a ultranza allá donde esté de que la mejor liga del mundo es la inglesa. A mí me da que era la manera de los periodistas deportivos de decirle, “bienvenido a casa, José” y “gracias por devolver el glamour a nuestra competición”. Y la controversia.