Seguir sin levantar la vista
Mientras Cristiano sacia o no su último capricho, persigue entre vítores la conquista de su nueva efemérides individual, el Atlético sigue pulverizando uno a uno y sin pretenderlo sus registros colectivos. Sólo repara en sus plusmarcas una vez alcanzadas, y porque se lo dicen, pero su cabeza no se aparta del partido a partido con el que Simeone reeducó todo. Una máxima real que no permite divisar el techo del equipo ni entretenerse a hacer cábalas de dónde puede ubicarse. Los límites se van descubriendo centímetro a centímetro, como en un concurso de salto de pértiga o altura.
El periodismo insiste pregunta tras pregunta en sacar a los rojiblancos de ahí, pero éstos no se mueven. Sólo lo hace el Cholo, en un pequeño pecado de contradicción, cuando habla de presupuestos y empresas improbables. Pero en general se mantiene la vista abajo, sin alzarla más allá del compromiso siguiente y anteponiendo los asuntos grupales a los de cada cual. Poco importa que Simeone sea el entrenador que menos citas ha necesitado para sumar 50 victorias en Liga o que a Diego Costa, ya con una chilena de la que presumir, un acta le venga a decir que no ha marcado aún en 2014. Ni caso. El diario levanta las cejas ahora porque el Atlético está tan sólo a dos pasos de igualar la mejor secuencia de su historia de partidos sin perder. Y es la bomba. Pero ahí dentro no se echan cuentas ni se asombran. Sólo hay sitio para mañana a las ocho en el nuevo San Mamés.