El Rayo quedó retratado
Los errores están llevando al Rayo a la UCI. En un par de minutos al inicio del partido quedó reflejado lo que le sucede al equipo de Paco este curso: los fallos en defensa le cuestan encajar goles y le falta puntería para aprovechar las ocasiones claras que tiene. Lo de menos es quién erró en el tanto que logró Villa o quién tiró la pena máxima que permitió que Courtois se estrenase como parapenaltis desde que está en el Atlético. Los nombres cambian de un encuentro a otro, pero el resultado es el mismo: al Rayo le salen caros los fallos propios. El público de Vallecas pocas veces silba a alguno de los componentes de la plantilla rayista, pero esta vez hizo una excepción cuando Rubén insistió en que la defensa saliese con el balón jugado en los saques de puerta, temiendo que se repitiese una jugada similar a la del 0-1 del Guaje.
El gol de Jonathan Viera hizo pensar por un momento en la posibilidad de que se repitiese otra historia: la del día del Real Madrid en el que el Rayo estuvo a punto de igualar un 0-3. Fue un espejismo. Arda devolvió a los franjirrojos a la realidad con el tercer tanto atlético y Saúl lo ratificó al marcar en propia meta. El estreno de Rochina como rayista quedó oscurecido por la enésima derrota franjirroja en Vallecas. Lo peor para el equipo de Paco es que se amplía la distancia con los conjuntos que están fuera del descenso. El Rayo quiso salir por la puerta grande, pero acabó en la enfermería. Ahora tiene una semana para sanar la herida que le ha producido el Atleti. O cierra la cicatriz ante el Levante en la próxima jornada o la hemorragia puede desangrarle. Para lograrlo debe dejar de ser el equipo que más regalos hace en retaguardia y vanguardia.