“¡Iker, Iker, Iker, Iker!”
Parcial de 15-0. Desde que empezó este bendito 2014 (siempre me gustaron más los años que acaban en par), el Madrid mantiene virgen su portería. Hemos pasado del coladero en que se convirtió el equipo hace meses en El Madrigal o en Vallecas a ver un bloque casi sin fisuras, sólido como una roca y homogéneo en su forma y en su fondo. Doble victoria a domicilio ante el Espanyol (por 0-1), 0-2 a Osasuna en Pamplona y 2-0 en el Bernabéu, 0-5 al Betis, 3-0 al Celta en la capital y 1-0 al PSG de Ibra en el bolo de Doha. El 4-3-3 de Ancelotti es un bote salvavidas que ha permitido al equipo navegar sin modificar el rumbo. A un punto del liderato en Liga, a un pasito de las semifinales en Copa, favoritos ante el Schalke en Champions... El Madrid va bien. E irá todavía mejor...
Tour estilo NBA. El calendario ha querido poner a prueba a los espartanos de Carletto. Nada menos que cuatro partidos consecutivos jugados lejos de casa. Doblete en la Bombonera de Cornellà, en El Sadar (Copa) y en el Villamarín (Liga). Igual que hacían los Chicago Bulls de Michael Jordan o los Lakers de Magic Johnson y Pat Ewing, el Madrid saldó la cuádruple excursión con matrícula. Salió airoso del trance y ahora enfila orgulloso su regreso a casa este sábado ante el Granada. Ahí veremos a Cristiano ofreciendo el Balón de Oro a la afición. Me da que se van a agotar las entradas. No me pierdo ese momentazo.
Guinness Casillas. Iker no tiene límites. Nada sacia su ambición por aumentar sus conquistas. Firmó un nuevo récord individual de imbatibilidad, que queda en 592 minutos. En la Copa yo duermo tranquilo viendo al mostoleño de guardián. La última Copa que ganamos fue en 2011 con el capitán en plan estelar. Dos paradones decisivos a Pedro e Iniesta en Mestalla anticiparon al golazo de Cristiano de cabeza a Pinto. Iker es un portero que te gana títulos. Eso vale su precio en oro. Anoche le hizo a Córdoba la parada a Robben en Johannesburgo. Fue, es y seguirá siendo el mejor del mundo. Y juega en el Madrid.
Nuevo Sarriá. El ambiente en Cornellà-El Prat se va merenguizando cada vez más. Los gritos de “¡Cristiano, Cristiano!” y de “¡Iker, Iker, Iker!” ya forman parte del paisaje asumido de buen grado por la magnífica afición perica, que siempre miró con buenos ojos hacia los blancos (anoche naranjas). Los miles de madridistas que estuvieron en la grada y los fieles blanquiazules se pusieron de acuerdo en el minuto 21 para corear emocionados el nombre de Jarque. Nunca te olvidaremos, campeón.
Canterazo. Enormes los cadetes del Madrid adiestrados por un campeón de Europa, Rubén de la Red. En Qatar pasaron por la piedra al Milán. El viento sigue cambiando en la dirección adecuada. El Madrid vuelve a gobernar en el mundo del fútbol. En todos los órdenes y en cualquier edad.