Austria no nos debería hacer daño

Si Austria ha llegado donde está significa que no hay que infravalorar a esta escuadra, aunque considero que España sacará adelante el partido de manera solvente porque el triunfo de esta tarde puede convertirse en un paso casi definitivo a las semifinales. En el deporte no existen las matemáticas, pero si tomamos como referencia el encuentro ante Dinamarca, en el que nuestra Selección generó tantas situaciones de goles fáciles en los seis metros, es de esperar que repita ese juego y tenga más éxito que ante los daneses, contra los que sólo nos faltó un poco más de acierto en la portería para conseguir algo más que perder por tres tantos. En el balonmano moderno, si la portería no de aporta ese plus, es imposible competir con los más grandes.

Ahora bien, no creo que Austria esté en ese peldaño de equipo grande. En ataque depende de su primera línea, en especial de Szilagyi y Schlinger. Y en defensa, pues deja llegar hasta los nueve metros, y es un bloque sólido, aunque no me parece que lo suficiente para frenar la imaginación española, de la que me llamó la atención el cambio de 6-0 a 5-1 que Manolo Cadenas propuso contra Dinamarca. Sin duda, en cada duelo nuestra Selección expone detalles de gran bloque, con recursos para los momentos complicados. Hoy no debería ser necesario sacar a relucir lo que se haya trabajado en la pizarra para los choques decisivos, porque tenemos más jugadores de calidad, que llegan más descansados que los hombres esenciales de los austriacos.