Ahora, también el Dakar

Victoria en coches y en motos en el Dakar. Primer doblete español y primero no francés en la historia de la carrera. Además, primero y segundo en motos, algo tampoco usual entre los pilotos de nacionalidad distinta a la francesa. Vamos a acabar agradeciendo a nuestros vecinos que inventaran el Dakar para gloria del deporte español, tal y como sucedió cuando inventaron la Copa de Europa de fútbol para gloria del Madrid, y tal y como está sucediendo en Roland Garros, donde hemos ganado diez de las últimas doce ediciones. En el Dakar llevábamos unos cuantos años avisando desde que Nani Roma ganara en motos en 2004 y Carlos Sainz lo hiciera en 2010 en coches. Era una asignatura pendiente, en la que ahora vamos a por nota.

Que hubiera estrategia de equipo es importante, pero dentro de unos límites, como dijo Roma: “Una cosa es pedirnos a todos los pilotos del equipo que aseguremos el podio, y otra es ordenar parar a uno para que gane el otro”. Casos ha habido, por cierto. El primero conocido, cuando en la edición de 1989 Todt, entonces en Peugeot, lanzó una moneda al aire para ver quién iba a ser el vencedor: ganó Vatanen; perdió Ickx. Esta vez no hubo moneda. Sí consignas, que favorecieron a Roma, porque ayer no pinchó, como le sucedió el día anterior. Peterhansel se paró, pero como homenaje, no como rabieta. De esta manera, el doblete se hizo realidad. Los pilotos españoles siguen conquistando el mundo.