Carlos Sainz ya es un nombre ilustre del Dakar

Hay quien sigue considerando a Carlos Sainz un piloto de rallys, minusvalorando en cierto sentido su presencia en el Dakar, la prioridad que ahora le ocupa. Desde luego que jamás pasaremos por alto el impresionante palmarés del madrileño en el Mundial de los tramos, pero eso no significa que no se le deba ver ya como un consumado especialista en la legendaria carrera desértica. Sigue siendo rapidísimo al volante, siempre lo será, pero es una virtud que complementa a la perfección con otras exigencias de este gran desafío, empezando por la experiencia para termina por la consistencia y pasando por la estrategia o la fiabilidad. Y no son argumentos peregrinos sino contrastado por los datos, aunque en ocasiones algunos parezcan ignorarlo…

Sainz está afrontando su séptimo Dakar, lo que empieza a ser un número considerable. Ha ganado uno (2010), ha hecho podio en otro (tercero en 2011) y el de 2009 se le esfumó yendo líder a falta de tres jornadas. Además, valoro muy especialmente un dato que creo tremendamente esclarecedor: con su última victoria de etapa del pasado domingo, acumula ya nada menos que 27, es decir, ha empatado con Jordi Arcarons como el español con más triunfos parciales en la historia de la competición. El motorista catalán necesitó doce años para alcanzar esa cifra, mientras que el madrileño lo ha hecho en apenas siete, lo que también dice mucho sobre su efectividad. Así que con todo esto ya va siendo hora de que a Sainz se le tenga en cuenta como un dakariano auténtico.